Los secretos del agua en el barrio del Albaicín son sin duda una gran obra de ingeniería.  Es increíble que un barrio tan antiguo todavía conserve tanto patrimonio: arquitectura civil, murallas, puertas, puentes, arquitectura religiosa e infractora hidráulica.  Precisamente, este post trata de agua en el Albaicín.

Funciones del Agua

Para el musulmán el agua es tan importante, que el mismo Allah tiene su trono sobre el agua, pues así se manifiesta en el Corán; el texto por naturaleza.  En la Sunna se confiere al agua la función de limosna de carácter religioso. Por consiguiente, se establece la obligación legal de darla al necesitado y de ceder al que la precisare los excedentes de quien la tuviere.  Por ello, fundamentaron una reglamentación o normativa para el uso del agua.

Las 4 funciones del agua para el pueblo árabe son:

  • Biológica: bebida y aseo. Se nos manifiestan a través de innumerables fuentes, baños, instalaciones interiores de agua corriente y sistemas de evacuación de aguas residuales.
  • Productiva: acequias de riego para poner en explotación tierras que han de proporcionar alimento.
  • Ritual: tiene su origen en el mandato religioso de purificación del cuerpo. Este ritual exige la existencia de pilares y baños para abluciones en las proximidades de mezquitas y oratorios.
  • Estética y de placer: albercas, surtidores y jardines son el complemento inexcusable de la edificación árabe.
  • Otros de los usos: alfarerías, curtidurías, tintorerías y molineros

El Uso del Agua en la Higiene Personal

Otro rasgo significativo de la cultura árabe es, su preocupación por la higiene personal.  De ahí que el cuarto de aseo, en unos casos, y la simple letrina, en otros, se incorpore a la vivienda como elementos de gran utilidad. 

Este lugar de higiene se disponía casi siempre en lugar inmediato a patios o zonas descubiertas de la casa con objeto de facilitar su ventilación directa.  Tenía generalmente forma rectangular y contenía, en su fondo, un poyo corrido de unos centímetros de altura compuesto por losas de mármol. Sobre las losas de mármol se practicaba una abertura de unos 15 centímetros de largo por 60 de anchura a lo largo del eje longitudinal del poyo. La instalación se complementaba con una pililla de mármol o caliza de forma rectangular que permitía realizar el aseo personal o las abluciones.  El desagüe de la letrina se realizaba a través de una pequeña atarjea que descargaba a una especie de pozo ciego, construido en el exterior de la edificación. Este, drenaba el líquido en exceso, o bien a un curso de agua, o directamente a la calle.  En las mansiones y casas señoriales, el agua de lluvia procedente de cubiertas o patios elevados se evacuaba directamente a la calle a través de gárgolas salientes.

También se prestaba atención a los sistemas de saneamiento:

  • prohibición de arrojar basuras
  • obligación de transportar los productos residuales procedentes de la limpieza de los pozos negros
  • establecer lugares convenidos situados en el exterior de la ciudad

Toda la importancia que se le da al agua en la cultura árabe, como hemos mencionado antes, se debe a la escasez de la misma que tiene y han tenido siempre sus pueblos.  Es por ello, que en la historia esta cultura ha desarrollado al máximo las técnicas y los conocimientos hidráulicos.

Sistema Hidráulico del Albaicín

El sistema hidráulico del barrio del Albaicín fue tan perfecto que se mantuvo en uso durante 1000 años, hasta bien entrado el siglo XX.  Esta ha sido una de las importantes razones que han convertido al barrio en Patrimonio Cultural de la Humanidad.  Ya en el siglo XI las fuentes árabes escritas nos hablan de la construcción de una acequia que llevaba agua desde la fuente Grande de Alfacar hasta la colina granadina.  Se trata de la acequia de Aynadamar, del árabe “a-Dam” o Fuente de las Lágrimas, la primera conducción que garantizó el suministro de agua a la Garnata medieval.

La acequia comenzaba su recorrido en Alfacar, pasando por varios pueblos, hasta que finalmente llegaba la acequia a Granada. La acequia abastecía la parte alta de la ciudad: Albaicín y Alcazaba, mediante una serie de ramales o canales subterráneos que aseguraban el suministro a toda la colina, barrios y calles.  Sus usos principales dentro de la ciudad eran el llenado de aljibes y el riego de huertos, y, en caso de que ambos estuvieran cubiertos, podía distribuirse el agua directamente hasta las casas.  Además, el sistema se componía  de una doble canalización que permitía la separación de las aguas limpias de las procedentes de los desagües y a las que en Granada se conoce como daros.  Estas generalmente se vertían en el río y por ello su nombre: río Darro.

Aljibes

El agua se colectaba en los aljibes.  El aljibe (del árabe hispano algúbb), es un depósito destinado a guardar agua potable.  Normalmente es subterráneo, total o parcialmente. Los aljibes eran públicos y utilitarios.  Algunos de ellos estaban emplazados en el patio de las mezquitas para facilitar las prácticas de las abluciones antes del rezo.  Otros podían estar al servicio directo de los vecinos, dado su emplazamiento en plazas o junto a las puertas de las murallas.  Fueron construidos con  dos finalidades. Primero, para de almacenar una cantidad suficiente de agua para atender las necesidades de abastecimiento de la zona. Segundo para que el agua estuviera en reposo continuado para poder posibilitar que las partículas en suspensión arrastradas a través de las conducciones se sedimentaran en el fondo.

Existen documentados 28 aljibes públicos: 11 en el Alcazaba Antigua, 14 en el Albaicín y 3 en la Medina granadina.   Sus tamaños son: grandes; el más grande se llama el Aljibe del Rey, construido en el siglo XI para el aprovisionamiento de agua de la antigua Alcazaba Qadima del Albaicín.   Tiene una capacidad de 300 m cubico.  El segundo en tamaño está localizado debajo de la Capilla Real y el tercero es el Aljibe de las Tomasas, con 154 m2 (aproximadamente 3 piscinas de tamaño 6×6).  Y el más pequeño, con solo 15 m2, se llama el Aljibe Circular.  Además, destaca porque es el único que tiene esa forma circular.

Estos y otros secretos guardan el agua en el antiguo barrio del Albaicín, a los cuales te invito a visitar conmigo.