El Morus Alba o Morera es un fruto muy importante en la historia de la seda granadina del Reino de Granada.  

El nombre del género, Morus, deriva del griego “moréa”, que a su vez deriva del céltico “mor”, que quiere decir negro.  Esta palabra hace alusión al color del fruto de algunas variedades.

Antiguamente, Morusse designaba tanto el fruto de la morera negra como el de la zarzamora.  El específico “alba” significa blanco y hace referencia al color característico de los frutos de esta especie.

Procedencia de la morera

La morera se cree que es originaria del centro y este de Asia: China, Corea, Mongolia y norte de la India. En la cuenca mediterránea se introdujo en el siglo VI, traída por unos monjes hasta Constantinopla para criar al gusano de seda. Dice la leyenda que los frutos llegaron escondidas en unos báculos de bambú, porque los chinos tenían en alto secreto el lucrativo negocio de la seda.

En la Península Ibérica y Baleares se cultiva con frecuencia como ornamental, principalmente en el este, centro y sur, y tuvo gran importancia sobre todo en Murcia y Granada, donde se criaba para la producción de la seda.

El viajero y geógrafo alemán Alexander von Humboldt habla de ello en su Diario de viaje a España:

«Las moreras de aquí en Granada se llaman morales».

Propiedades y beneficios

Entre las principales propiedades de las moras; su fruto, destacan: baja en calorías, poseen Vitaminas C, B6 y E, fibra soluble, rica en minerales como potasio, hierro y calcio, carbohidratos y proteínas.

La mora nos aporta a nuestra salud muchos beneficios:

  • Fortalece el sistema inmunológico
  • Es un excelente diurético
  • Puede nivelar nuestros niveles de azúcar en sangre, por ello se considera una fuente de glucosa saludable y es base de muchas recetas contra la diabetes
  • Son excelentes para combatir el estreñimiento.La mejor forma de consumirlas es en zumo o batidos
  • Evita la irritación, la inflamación y el enrojecimiento. Sus hojas se usan para combatir la irritación localizada de la piel
  • Comerlas en estado natural y maduras es un método efectivo para desintoxicar el organismo.

La seda 

El cultivo de la morera y la cría del gusano de seda se utilizaba para confeccionar el hilo de seda.  Esta actividad agrícola fue la más importantes del reino Nazarí. Llegaron a existir 49 calidades diferentes de tejidos de seda: damascos, tafetanes, satines y terciopelo.  Además de 5 o 6 matices de color.

La seda granadina, contaba con un gran renombre por su extremada calidad y belleza. El cultivo de la morera estuvo ampliamente expandido por el sector oriental del territorio granadino, zonas abrigadas de Sierra Nevada, en los valles de las Alpujarras.

Himyari dice en su libro del jardín fragante:

«La seda procedente del llano de Elvira es la que se difunde por todo el país y se exporta a todos los lugares. Pues la seda es de mejor calidad que la del valle del Nilo, y las cosechas son tan abundantes que sus productos son enviados a los más lejanos países del islam».

La seda granadina

La propiedad de los morales estaba muy repartida en durante la dinastía Nazarí.

La cosecha de hojas se distribuía proporcionalmente entre los dueños de los arboles donde había alquerías; xariquerías.

El dueño de los morales entregaba al criador un numero determinado de huevos o «simiente» de los gusanos de seda y le encargaba del cuidado de una serie de árboles.  Al finalizar la temporada el criador recibía como retribución la cuarta parte de la seda obtenida.

La recolección de las hojas la realizaban las mujeres de forma colectiva durante el mes de abril.  Pero en algunas ocasiones ocurría algo muy curioso:

«A menudo el nacimiento de los gusanos de seda se encuentra un poco retardado. Entonces las mujeres disponen los huevos en bolsas que ellas colocan bajo sus axilas»

La transformación de la seda en madejas se ejecutaba sólo por maestros hiladores cualificados. Esta situación ya se daba en época musulmana y se refuerza después de la conquista. Todavía cuando tuvo lugar la expulsión masiva de los moriscos en 1571, en época de Felipe II, hubo exenciones para 786 mujeres hiladoras en todo el reino de Granada.

El proceso de molinaje era confiado a personas expertas llamadas naqqad, quienes devanaban directamente a partir de los capullos para obtener la seda llamada manqud. Sin embargo, la seda de desecho era hilada por los «muqasiry » se denominada «muqassar».

La seda se hilaba en las zonas rurales. Entre los meses de diciembre y abril, cuando los caminos de las Alpujarras se encontraban cubiertos de nieve. 

Sin embargo, entre los meses de junio y septiembre las ciudades recibían dos tercios de la producción anual. Luego, en la alcaicería al-qaysariyyalos inspectores yiliscomparaban el peso y la calidad de la seda.  Además, se vigilaban la venta y/o subasta.  Los criadores sólo podían vender la cosecha de seda, parcial o totalmente, en una de las tres alcaicerías existentes en el reino; las de Granada, Málaga y Almería.

Granada llego a conocerse como el “Reino de la Seda”, siendo al-Andalus el primer productor de seda ya en el siglo XII.  Para el reino Nazarí supuso una importante fuente de riqueza.

La seda granadina hoy pasa desapercibida por los rincones de Granada, pero juntos vamos a descubrir su historia.

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