Carlos V, Carlos I de España, Carlos de Austria o Habsburgo nació en Gante el 24 de febrero de 1500. Fue criado según la etiqueta de la Corte de Borgoña.  Hijo de Juana I de Castilla la loca y Felipe el Hermoso.   Nieto por vía paterna de Maximiliano I de Austria (Habsburgo) y María de Borgoña.  De ellos heredó los Países Bajos, los territorios austriacos y el derecho al trono imperial. Por la vía materna sus abuelos fueron los Reyes Católicos. De ellos heredó el Reino de Castilla, Nápoles, Sicilia, las posesiones de ultramar, Aragón y Canarias. Por sus propio medios Carlos obtuvo el Milanesado y el reino de Hungría.  Fue dueño en definitiva de media Europa.

Títulos de Carlos I

A los quince años fue Conde de Flandes, a los diecisiete fue rey de España, con el nombre de Carlos I (1516 –1556) y a los diecinueve Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V (1520-1558).

Carlos no tuvo precisamente un físico muy bien dotado. Físicamente era de estatura mediana, con rostro alargado dominado por una larga y afilada nariz y ojos fuertemente expresivos. Su característica fisonómica más notoria un marcado y sobresaliente maxilar inferior.

Carlos contrajo matrimonio, a la edad de 26 años, con su prima, la hermosa princesa Isabel de Portugal.  Al principio fue un matrimonio de conveniencia con seis hijos, donde al final surgió el verdadero amor entre ellos hasta la muerte de ella, en 1539.

Palacio de Carlos V

Muchos fueron los legados que nos dejo el Emperador, pero el mas importante con diferencia fue el Palacio de Carlos V. El único lugar de carácter personal que mandará a construir para si.  Un palacio con símbolo del poder imperial que nunca ha sido utilizado como residencia real.

Te invito a descubrir la fascinante vida de un hombre que estaba destinada a ser grande, pero decidió al final de su vida abdicar el poder en manos de su hijo:  Felipe II. De esa forma, se convirtió en el primer rey que abdica en la historia de España.

Con su decisión deja atrás 41 años de duros esfuerzos por convencer a Europa de la necesidad de unirse para sobrevivir a los dos peligros que le amenazaban:  el avance de los turcos y unidad ideológica de Europa.  Sus últimos 18 meses de vida los pasa en el Monasterio de San Jerónimo de Yuste.