Los moriscos son los protagonistas de nuestro último post de bibliografías. La palabra tiene varias implicaciones.

Significado de Morisco

Morisco procede del sustantivo moro, con una terminación que indica diminutivo o derivación adjetival, muchas veces con sentido despectivo. La palabra morisco expresa procedencia o permanencia. En este sentido viene a designar al que procede del moro, entendiendo moro, en sentido religioso, como sinónimo de musulmán.

Sin embargo, en líneas generales el concepto morisco, delimita a los musulmanes de los reinos peninsulares que luego serán España (Coronas de Castilla, Aragón y Navarra).  Aquellos que fueron obligados a convertirse al cristianismo a principios del siglo XVI.

Los origenes de los Moriscos

Toda esta historia comienza, después de 10 años de lucha entre 1482 y 1492.   Finalmente, los Reyes Católicos (Ysabel I de Castilla y Fernando II de Aragón) conquistan Granada el 2 de enero de 1492.  Atrás quedan 8 siglos de civilización musulmana y 2 siglos y medio como capital de último Reino Nazarí en la Península.

Boabdil, Muhammad XII, el último Sultán Nazarí (1482-1491), entrega la ciudad de Granada tras haber firmado con los Reyes Católicos las Capitulaciones.  Las Capitulaciones implican un otorgamiento generoso de libertad religiosa y ordenación jurídica.

Al principio se garantiza a los musulmanes, aquellos nazaríes de Granada, que inmediatamente se les conoce como mudéjares, el mantenimiento de sus costumbres, propiedades, leyes y religión. Por lo tanto, las primeras conversiones al cristianismo fueron pacíficas y genuinas.  Esta labor se debido a arzobispo Hernando de Talavera, confesor de la reina y hombre pacífico.  Un hombre que aprendió el árabe a su vejez.  Y conocido por los moros “el santo alfaquí mayor de los cristianos”. Un «alfaquí» significa entre los musulmanes, doctor o sabio de la ley.

Las conversiones de los moriscos

Sin embargo, tras 7 años de convivencia pacífica, los Reyes Católicos nombran al Cardenal Cisneros para reforzar las conversiones.  Este decide cambiar la política tolerante por otra agresiva e intransigente.  Cisneros impulsó los bautismos obligatorios.  Dejan de ser musulmanes para pasar a adoptar una religión en la que ni siquiera habían sido catequizados.

La respuesta a estas y otras arbitrariedades, tan obviamente contrarias al acuerdo de 1491, provocaron la sublevación del Albaicín. Más tarde, el levantamiento en las Alpujarras en diciembre de 1568.

Estas revueltas dieron lugar a la expulsión definitiva de Granada de los moriscos en 1570, con Felipe II, como rey.  Y en 1610, durante el reinado de Felipe III, se decretó la expulsión definitiva de los moriscos de la península.

Esta escena histórica la podemos ver en nuestra visita guiada la Esencia del Reino de Granada .  Una de las paradas de esta visita, es el Ayuntamiento de Granada.   Justamente en su interior, se encuentra un cuadro al óleo, conocido con el nombre de «A las Fieras” realizado por Silo Hernández en 1890.