El citrux x aurantium L. conocido como naranja amarga o naranjos es original del sudeste de Asia. Fue introducida en España por los árabes en el siglo IX.  Sin embargo, las fuentes indican que sus primeros cultivos por semilla fueron al final del siglo XII en Sevilla.  Por esa razón, de todos es conocida esta fruta con el nombre de naranjos sevillanos.

La palabra naranja proviene del sánscrito (lengua clásica de la India) narangनारंग, sin embargo, no es una palabra nativa, sino que se especula que se tomo del tamil (lengua drávida) donde se dice narandam நரந்தம்a la naranja amarga.  La palabra junto con la fruta fue lentamente llevada hacia occidente: del sánscrito pasó al persa nārensh نارنج), luego al árabe naranj(نرنج), el árbol, y naranjahنرنجة, el fruto y de ahí al español «naranjo» y «naranja», respectivamente.

Los naranjos necesitan suelos fértiles, acotado de humus y con una ubicación soleada protegida del viento.  Esta especie fue extensamente utilizada en los jardines hispanos islámicos para la decoración, la higiene y la cocina. Por ejemplo, los árabes hacían te con las hojas para contrarrestar los problemas digestivos y usaban la piel de la naranja para evitar los malos olores como un desodorante natural.

Flor de la naranja amarga

Los árboles tienen una flor hermosa.  El nombre de la flor es “azahar” que significa flor blanca en árabe.  De la flor se extrae un agua conocida con el nombre de “agua de azahar” con la que se realizan perfumes.  Además, se utiliza como aromatizador de pasteles tradicionales en Granada y otros países árabes.  Por ejemplo, el famoso Roscón de Reyes lleva como ingrediente agua de azahar.

La piel es otro ingrediente importante para la elaboración de un licor conocido con el nombre de curazao.  No obstante, la naranja amarga es internacionalmente conocida por su uso para la elaboración de la mermelada amarga.

Las naranjas amargas son el resultado de una mezcla de un pomelo y una mandarina.  Son fuente de vitamina C y fibra.  Como cítrico también contiene potasio, fosforo, vitamina A, calcio y antioxidante con propiedades antinflamatorias.  Poseen un ingrediente activo un tanto desconocido, la sinefrina.

Los beneficios de la sinefrina se relacionan con la perdida de peso al reducir el apetito, incrementar la energía y el metabolismo y poseer efecto termogénico. En definitiva, el consumo de frutas es excelente para el sistema inmunológico.

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