La Cydonia oblonga o Membrillo es un árbol frutal de tamaño pequeño a mediano originario del Suroeste de Asia y sureste de Arabia (Irán y Turquía). Naturalizado en el área mediterránea.

Este árbol esta emparentado con el manzano y el peral. Su fruto se le conoce con el nombre de membrillo.

Significado de Cydonia Oblonga

Sin embargo, su nombre científico es Cydonia.  Cydonia alude a la ciudad de Cydon en la isla de Creta, donde al parecer se cultivó abundantemente. También conocido como “Mela kudonia” o “manzana de Cidonia”. Por su parte, la palabra Oblonga alude a la forma de sus hojas. Sin embargo, el término «membrillo» procede del griego μελίμηλον que significa, literalmente, ‘manzana de miel’.

Usos del Membrillo

Sus usos son muy diversos.  Entre los antiguos griegos, se ofrecía membrillo en las bodas, un rito sagrado que llegó de Oriente con el culto a Afrodita. Plutarco relata que las novias griegas mordían un membrillo para perfumar su beso antes de entrar en la cámara nupcial «a fin de que el primer beso no fuera desagradable».

Los romanos también usaban membrillos; el libro de cocina romano de Apicio (gastrónomo romano de siglo I d.c) proporciona recetas para guisar el membrillo con miel, y hasta para combinarlos, sorprendentemente, con puerros.

Por su parte, los árabes buscaron en el membrillo un uso más practico.  Primero, como medicina natural, dado su elevado contenido en mucílago, se empleaba como laxante. Todavía hoy se sigue usando en la medicina debido a sus propiedades astringentes.

Segundo, en la cocina Andalusí. Era el omnipresente alimento que utilizaban para rellenos, compotas y arropes (sustituto de la miel o azúcar). A partir del Siglo XII se comenzó a utilizar con la carne, envuelto en alcaravea (especie parecida al comino) y gotas de vinagre.

En general en la Edad Media el membrillo también fue muy apreciado, pues nunca faltó en las mesas de monarcas y aristócratas, que lo consumían en banquetes y lujos gastronómicos como muestra de su grandeza.

El consumo en fresco del fruto no es común debido a su sabor áspero y la dureza de su pulpa. Los usos del membrillo se restringen a la elaboración de conservas: mermeladas, jaleas, dulces, compotas, gelatinas, sorbetes, licores de mesa o para agregar sabor a manzanas y peras cuando se cocinan.

Hasta el mes de octubre se pueden ver en la Alhambra algunos ejemplares de membrillo.  Si es posible no pierda la oportunidad de probar la combinación de membrillo con queso.  Es un auténtico placer para los sentidos.